POEMA XV Y XX PABLO NERUDA
10/12/2007
Éstas poesías me acompañan desde la adolescencia.
Cuando las hormonas gobernaban los sentidos,
cuando un nudo cerraba la boca del estómago
y una tropilla galopaba en el pecho
cada vez que cruzaba sus ojos.
Yo creo que sí, que se me notaba el amor.
Me salía de los poros, del respirar entrecortado, casi jadeante,
a medida que el objeto de mi deseo se acercaba.
Era obvio, en mi manera de fijar la mirada,
prometiéndole en ella, el placer que imaginaba a solas
Se hacía evidente, al encontrarme el amanecer,
escribiendo cartas que jamás mandaría
y copiando poemas como éstos,
empapándolos de suspiros al releerlos,
en una agenda cargada de corazones...
POEMA XV
Me gustas cuando callas porque estás como ausente,
Y me oyes desde lejos, y mi voz no te toca.
Parece que los ojos se te hubieran volado
Y parece que un beso te cerrara la boca.
Como todas las cosas están llenas de mi alma,
Emerges de las cosas, llena del alma mía.
Mariposa de sueño, te pareces a mi alma,
Y te pareces a la palabra melancolía.
Me gustas cuando callas y estás como distante,
y estás como quejándote, mariposa de arrullo.
Y me oyes desde lejos, y mi voz no te alcanza:
Déjame que me calle con el silencio tuyo.
Déjame que te hable también con tu silencio.
Claro como una lámpara, simple como un anillo.
Eres como la noche, callada y constelada.
Tu silencio es de estrella, tan lejano y sencillo.
Me gustas cuando callas porque estás como ausente,
Distante y dolorosa como si hubieras muerto.
Una palabra entonces, una sonrisa bastan.
Y estoy alegre, alegre de que no sea cierto
POEMA XX
Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
Escribir, por ejemplo: "La noche está estrellada,
y tiritan, azules, los astros, a lo lejos."
El viento de la noche gira en el cielo y canta.
Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
Yo la quise, y a veces ella también me quiso.
En las noches como ésta la tuve entre mis brazos.
La besé tantas veces bajo el cielo infinito.
Ella me quiso, a veces yo también la quería.
¡Cómo no haber amado sus grandes ojos fijos!
Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
Pensar que no la tengo. Sentir que la he perdido.
Oír la noche inmensa, más inmensa sin ella.
Y el verso cae al alma como al pasto el rocío.
¡Qué importa que mi amor no pudiera guardarla!
La noche está estrellada y ella no está conmigo.
Eso es todo. A lo lejos alguien canta. A lo lejos.
Mi alma no se contenta con haberla perdido.
Como para acercarla mi mirada la busca.
Mi corazón la busca, y ella no está conmigo.
La misma noche que hace blanquear los mismos árboles.
Nosotros, los de entonces, ya no somos los mismos.
Yo no la quiero, es cierto, pero cuánto la quise..
Mi voz buscaba al viento para tocar su oído.
De otro. Será de otro. Como antes de mis besos.
Su voz, su cuerpo claro. Sus ojos infinitos.
Ya no la quiero, es cierto, pero tal vez la quiero.
Es tan corto el amor, y es tan largo el olvido.
Porque en noches como ésta la tuve entre mis brazos,
mi alma no se contenta con haberla perdido.
Aunque éste sea el último dolor que ella me causa,
y éstos sean los últimos versos que yo le escribo.
Pablo Neruda, poeta chileno (1904-1973)
15 de octubre de 2007, 17:09
Hola Gaby. Dije que iba a pasar y acá estoy.
Es increíble la cantidad de post que tenés acumulados en tan pocos días. Como dije en el blog de Selva: "escribir en un blog lleva su tiempo" (junto con los demás asuntos que tratan a la temática de publicar algo), así que sorprende las muchas entradas existentes.
Leí los temas publicados, no todos, y ellos no hacen más que dar identidad a pensamientos y emociones personales que por ahí en el blog de las manzanas no daban para mostrar ya que existía otra temática en ese blog. En ambos sitios, en este y en el de Selva, se ven esos toques personales que van con la ídea conceptual que motiva un blog.
Bueno... No queda más por decir, solo dejarte un beso grande y nos leemos en el chat, ese lugar mágico (jaja, por dió!) en que nos leemos.
Martín