UN VIAJE EN BONDI DE J.W.
11/30/2007
Me gustan todos sus cuentos, porque creo que tiene una enorme facilidad para mostrar la angustia, la miseria, la resignación, de la gente común. Y también la manera de terminar con eso que arrastran o cargan, a lo largo de sus vidas grises.
La siguiente narración, no tiene en absoluto la intención de robar de vuestros rostros ni la mas mínima sonrisa.
Señores pasajeros acomódense al fondo que hay lugar, y dejen espacio al resto de los usuarios que con su humilde y devaluada contribución hacen realidad el puchero de mi familia.
Antonio Resalí colectivero de ley, repetía todos los días esta perorata que sonaba coloquial y filosófica a los pasajeros que subían al interno 63 de la línea que me lleva a casa todos los días que vuelvo de mi trabajo, menos los feriados.
Era un tipo interesante, invierno o verano camisa celeste con el logo de la empresa, pantalón gris y alpargatas amarillas con suela de yute decorando la decadencia de un hombre de cincuenta y pico de años cansado de pelear todos los días., panza redonda dándole forma al mal comer y a la verdad de llegar a ser un don nadie sintiéndose amo de todo.
Craaaaaassssssssssssssh, shreeeeeeeeeeek, piiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii, y un montón de onomatopeyas rodeaban su vida vacía de simples cosas como un chuik y un ahhhhhh. Que satisfacieran su existencia vacía de afecto, en realidad solo un sonido le dio placer ante tanta rutina, solo un sonido lleno de tranquilidad su alma ante tanta monótona alegría, creo que jamás se arrepintió de gastar su sueldo en ese juguete del dulce sonido.
BANG, y chau Antonio, los sesos caían sobre el volante del interno 63 y cada uno de ellos se llevaba un sueño, el futbolista famoso, el mejor jugador de básquet, el mas sexy, el admirado, todo se lo llevo el 38 que compro en la villa donde vivía, el 38 afanado que se cargaba su muerte numero no se cuanto.
1 de diciembre de 2007, 22:31
Todo somos un poco Antonio cada dìa. Lindo cuento, como para estrenarle el blog, me tendrà de crìtico ascrito, hasta que me eche, en fin. :)