Freud a la fuerza  

11/05/2010


Llegué cuando todos hacían ya el parcial. Igualmente se dieron vuelta para ver quien entraba al salón.

-Buenasss

-Pasá sentate ahí (me dice el profesor)

-No. No voy a hacer el parcial

-Por qué no?

-No. Porque no... Vine a firmar la hoja para hacer el recuperatorio

-Pero por qué no lo hacés ahora?

Le hago señas con la mano para que se acerque. Por supuesto, pocos escribían. La mayoría me miraba.

No venía, solo testarudamente me preguntaba -por qué no?

Le hago más señas. La ayudante le traduce mis señas en una orden: -vení Walter!

Se acerca y le susurro:

-Pasa que tuve un dilema personal, no sabía si seguir o no seguir con la carrera...

-Y?

-Y que no estudié

-No importa, hacelo.

-Pero no leí nada, solo un apunte anoche y porque sí

-No importa, hacelo

A esta altura yo estaba colorada.

-Pero profe, no traje hojas, no tengo con qué escribir

-No hay problema, te conseguimos

Me facilitaron las hojas, la birome.

Y me senté. Y escribí. Y asocié. Y pensé, qué pelotuda, si hubiera leído un poco me salía bárbaro.

Terminé. Había escrito una hoja completa.

Cuando le fui a entregar el examen, me salió agradecerle.

No sé cómo habrá salido, pero sentí otra vez, ganas de continuar.

AddThis Social Bookmark Button

Email this post


0 comentarios: to “ Freud a la fuerza

 

Design by Blogger Buster | Distributed by Blogging Tips