(DES)ESPERANZAS DE GATOPRIETO  

12/28/2007


A veces no se cuándo dejar de esperar.
Espero estar contigo, espero que me escuches, espero que me mires, espero que me ames, y espero que me sientas.
Espero que me esperes, espero que me pienses, que me extrañes y que me añores.
Espero que este tiempo denso e infame termine de pasar, para estar a tu lado, y para que aquello que tanto deseo llegue a consumarse. Espero que la vida me alcance para llegar a ser feliz a tu lado, y espero que los días no sean tan largos, para poder tenerte junto a mi.
Pero, ¿para que espero? ¿Para que gasto mi vida viviendo por el futuro, cuando mi presente es incierto y se pasa como arena entre los dedos?
Alguien me dice “no te lo pienses dos veces, haz lo que te pida el alma”. Pero mi tortuosa alma pide imposibles. Revolcándose en su ansiedad, mi alma te pide a ti, mujer de ojos castaños, pide tenerte a mi lado, pide que deje de esperar y llegue hasta ti.
Desconsolada, mi alma te pide, te sueña y te anhela, con ese anhelo profundo que solo el amor inmenso puede provocar.
Pero tu tiempo no es mi tiempo, tu vida no es mi vida y tus esperanzas no son las mías. Mi esperar se vuelve interno, y se me va la vida, escurriendo como gotas de densa sangre, esperando algo que no ha de llegar.
¿Hasta cuando seguiré esperando? ¿Vale la pena esperar? ¿O tengo que lanzarme a la vida tortuosa del abandonado, buscando un amor en donde buenamente se lo quieran dar? Porque, hoy mas que nunca, es un hecho que mi espera será eterna y que mi vida seguirá escurriendo hasta el final, porque nunca lograré que mi tiempo y el tuyo coincidan, y me veo condenado a esperar lo que nunca llega, y a seguir esperándote aunque estés a mi lado.

AddThis Social Bookmark Button

Email this post


 

Design by Blogger Buster | Distributed by Blogging Tips